lunes, 13 de abril de 2009

pequeñas frases...

la angustiosa tristeza es la que te inspira de vez en cuando,
te aterroriza y te hace reir despavoridamente
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el sucesivo cambio de nombres puede ayudarte a identificar mi estado animico.
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las rimas no son casuales.
son causales o consecutivas.
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no juro, me da miedo.
no abrazo, me espanta.
no juego, puedo romperme,
no lloro ahora, pues puedo hacerlo mas tarde.
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750 sonrisas escondidas tras esos dientes blancos
y unas tapaduras
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recuerdo demasiadas cosas.
demasiadas.

pero solo recuerdo.. perfectamente un par de años.
el resto.
preguntaselo a freud.
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Dicen que gracias a la adaptación estamos en la tierra, que hemos logrado superar las inclemencias del ambiente, sobreviviendo como la especie con razon que puede contral la natulareza y matenerla a sus pies.
Pero que ingenuos hemos sido, pero que mentes mas vagas que no hemos sido capaces de mantener una emocion, exitante y latente por siempre, vivimos en funcion de un orgasmo. en funcion de chispazos de felicidad, de alegria de tristeza.../inconcluso/

morir por un miedo viejo.

Proyecta un buen color;

aunque a veces,solo a veces…

unas grandes ojeras cubren su rostro moribundo que le hacen terminar con su dia abruptamente.

Prefiere morir joven, pues, tiene miedo a la vejez, a una triste vejez y a la soledad.

Solo desea vivir su pequeña gran historia, estar en paz consigo y poder sonreir sin culpas.

aspira ser “ buena gente”, a cumplir con los suyos.

Pero a veces, solo a veces

se da cuenta que no puede con el mundo.

Que lo que lo rodea suele estar en su contra, y aunque pareciera que a veces, solo a veces, tiene unas grandes alas, la verdad es que no tuvo nunca y solo fingía tenerlas.

No puede, o tal vez no quiere escapar.

Y si bien se encierra en sus blancos dientes para no ser descubierto, sabe bien que sus ojeras y aspecto moribundo lo delatan.

Son 45 grados de alcohol que a veces, solo a veces lo nublan, aunque a estas alturas son como si nada,

Sus pómulos cada vez se notan mas, y cada vez tiene mas miedo a esa vejez.

Sabe que si estuviera en este momento agonizando tendría muchos amigos y gente querida, pero sabe también que es absolutamente incierto vivir esta misma situación, en estas mismas condiciones en 30 o 40 años mas.

Prefiere morir glorioso ahora, antes que se vea absorbido por el egoísmo.

Prefiere morir ahora, agonizar asi, para que la gente lo recuerde por su belleza, por su chispa aparente...

...Morir de viejo...

...Morir de soledad...

ya no tiene gracia.

Le tiene miedo a la salud quien pueda obligarle a vivir mas años,

Le tiene miedo a la vida, pues cada vez se hace mas larga, mas fria y mas cruel.

Siente, asi nada mas, que le serÍa mas facil desaparecer,

Pues, serÍa aun mejor que morir en agonia, ya que al desaparecer, podrian pensar que va trotando por la vida descubriendo nuevos mundos.

Y aunque quiere desaparecer dia y noche..

No quiere hacerlo solo.

Porque sabe que morirÍa asi.

Por eso esta esperando, que alguien por casualidad lo saque de esto y le demuestre que puede morir viejo, que puede vivir lejos.. y mas que todo y menos que nada, que puede vivir.

Con todas sus versiones e intensidades.

mi pasajero.

Nos hallábamos en un atochamiento automovilístico.

Sabía que si llegaba hasta la esquina encontraría el metro, y podría volver a casa. La humedad cálida propia de una mañana después de lluvia, permitía crear la atmosfera perfecta entre urbanidad y naturaleza rebelde: una especie de vapor, cemento y musguito tenaz.

Me antecedían cinco o seis autos, y en mi mente mantenía latente la esperanza de que en mi bicicleta lograría llegar al metro a la hora. comencé a pedalear, pero para cuando ya solo me faltaban un par de autos, un camión enorme se interpuso bloqueando la salida, al mismo tiempo que detrás de él se cerraba un portón de fierro forjado.

Resignada ante la situación de exilio en mi propia ciudad, comencé a recorrer la zona junto a mi bicicleta. El paisaje que se me presentó era absolutamente nuevo, a pesar de haber estado ahí cientos de veces .Creía que por primera vez miraba con una lupa mi cuidad. Un prado gastado, con pequeños esteros formados por la lluvia, antecedían un retablo que me hacía suponer que me encontraba frente a una capilla colonial, muy pueblerina y propia de cuento latinoamericano; grandes puertas de roble y cerrojo de fierro, en contraste con muros blancos de adobe, una cruz en lo alto, y una pequeña lagunilla, generaba un ambiente de pasividad.

Deje mi bicicleta apoyada en el muro y caminé hacia un extraño que se hallaba de frente observando el agua. Al observarlo con mayor detención me di cuenta que se trataba de aquel extraño multiforme que me ha perseguido durante tantos sueños, sin darme una clara señal.

Alto, delgado, pelo corto, ondulado y oscuro, pero sin rostro.

Mi pasajero oscuro, así lo he querido llamar, pues ha sido quien siempre me ha acompañado, a pesar de no saber quien es, ni porque está ahí...

Impaciente por descubrir su identidad me acerque hacia a él, tratando de que no notara mi presencia, toque su hombro, y al igual que su camisa, su cuerpo entero una vez más me había jugado una mala pasada cambiando de forma, ahora se trataba de mi padre.

Ya era hora de marchar; el portón ya estaba abierto.